El viento es, en su esencia, una forma de energía solar, ya que se origina debido a las diferencias de temperatura en la superficie terrestre, asociadas a sus irregularidades y al movimiento de rotación de la tierra.
La energía eólica es el proceso mediante el cual el viento se transforma en energía cinética, que se convertirá en energía eléctrica en equipamientos específicos. En realidad, este proceso se utiliza desde hace miles de años para bombear agua o moler, por ejemplo.
Actualmente, la gran mayoría del aprovechamiento eólico está destinado a la producción de energía eléctrica. Cabe destacar que se trata de una fuente de energía limpia y no contaminante, contribuyendo, de esta forma, a disminuir la dependencia energética de combustibles fósiles.
TECNOLOGÍA
El paso del viento por las aspas de una turbina eólica provoca en estas un movimiento de rotación, el cual acciona un generador que transforma esta energía mecánica en energía eléctrica, que posteriormente será suministrada al resto de los consumidores (residencias, fábricas, etc.).
Cuanto mayor sea la velocidad del viento, mayor será la energía producida por el aerogenerador. Por ello, los aerogeneradores se instalan a grandes altitudes, ya que la velocidad del viento es superior y más constante.